El presidente de Arena, Carlos Saade, reconoció que durante el Gobierno del Presidente Nayib Bukele ha mejorado la seguridad pública, un problema que ese partido heredó y que no combatió por 20 años.

Las pandillas tienen su origen posterior al fin del conflicto armado, en 1992, y fueron ganando terreno a lo largo de los años sin que el partido tricolor, que gobernó hasta 2009, las combatiera.

Durante ese tiempo los mareros mataron, extorsionaron, secuestraron y cometieron cientos de miles de delitos contra la población y, en lugar de combatirlos, Arena pactó votos a cambio de la sangre del pueblo en años posteriores.

Aunque Saade reconoce el éxito del combate a las pandillas, cuestiona que la estrategia de sacar de circulación a 65 mil pandilleros sea la adecuada, a pesar de que esta política es admirada por millones de personas dentro y fuera del país.

Norman Quijano, Ernesto Muyshondt y otros dirigentes tricolores han enfrentado acusaciones de pactar con pandillas, a las que les ofrecieron dinero y colocar en puestos de gobierno a personajes aliados de los pandilleros, si regresaban al poder.