Sedes del Ejército y de la Guardia Revolucionaria de Irán han registrado explosiones después de ataques, uno de ellos con drones, en la escalada de tensión que registra el medio oriente.

Los ataques ocurren luego que Israel sufrieran dos atentados el viernes y sábado donde murieron varias personas y otras más resultaron heridas.

Irán provee armas y apoyo logístico a Hezbolá y otros grupos palestinos en guerra contra el estado hebreo.

El gobierno iraní se ha convertido además en importante proveedor de drones que utiliza Rusia en la guerra contra Ucrania.

De acuerdo con el reporte, uno de los primeros lugares atacados fue una fábrica de armas del Ejército en la ciudad de Isfahán, donde drones explosivos chocaron contra las instalaciones.

Las autoridades iraníes dijeron que los artefactos dejaron daños menores en el techo y que uno de los aparatos fue interceptado por el sistema antiaéreo del lugar y que no había víctimas mortales.

El otro ataque se registró en la sede de la Guardia Revolucionaria Islámica, en donde se han divulgado imágenes en las redes y que, por el momento, no hay pronunciamiento oficial.