Hoy viernes el Barcelona volvió a hacer el ridículo en la UEFA Champions League y recibió una humillación histórica por parte del Bayern Munich. El conjunto bávaro lo vapuleó con un marcador de 8-2 en el enfrentamiento de cuartos de final.

Los dirigidos por Hans-Dieter Flick abrieron el marcador, a los cuatro minutos, y aunque el club azulgrana empató rápidamente con un autogol de David Alaba, los germanos extendieron su ventaja en la primera media hora de juego con un doblete de Thomas Müller y goles de Ivan Perisic y Serge Gnabry. Fue así como se fueron al descanso con un contundente 4-1.

Para la segunda parte, Quique Setién apostó por potenciar su delantera con el ingreso del francés Antoine Griezmann. La escuadra culé se volcó al ataque y acortó la diferencia con un tanto del uruguayo Luis Suárez al minuto 57, pero el Bayern, que retornó al campo con un ímpetu brutal, marcó el quinto minutos después con Joshua Kimmich.

Los alemanes no se conformaron con ese resultado y Robert Lewandowski marcó el sexto gol. Posteriormente, con un doblete de Philippe Coutinho en los últimos cinco minutos la máquina alemana terminó de descuartizar al Barcelona.

El Barça ha venido haciendo el ridículo en las Champions de los últimos años. En la competición pasada el Liverpool le remontó castigándolo con un 4-0 en Anfield. En la temporada 2,017- 2,018 el Roma también le remontó venciéndolo 3-0 en el juego de vuelta. No obstante, la inusitada humillación de hoy pasará a la historia como el mayor ridículo de la historia blaugrana: 8-2.