La crisis política en Honduras se agudizó  este domingo luego que el Congreso Nacional quedara virtualmente partido en dos bloques, uno integrado por los disidentes del partido Libre, más los legisladores del Partido Nacional de Juan Orlando Hernández (JOH) y el otro compuesto por los diputados de los Partidos Libre y Salvador, leales a la presidenta electa Xiomara Castro.

En ese ambiente, el diputado del Partido Libre, Jorge Cálix, ya expulsado de ese partido, fue ratificado hoy presidente del Congreso, y Yahve Salvador Sabillón Cruz, como vicepresidente.

Esta ceremonia tuvo lugar en Bosques de Zambrano,  un local afuera del Congreso Nacional, luego de la trifulca ocurrida el viernes pasado en la sede del legislativo cuando Cálix fue electo presidente de la denominada junta directiva provisional que es instalada para juramentar al nuevo mandatario del país.

Paralelo a esta acción y en desafío a la maniobra que inició el pasado jueves, cuando una veintena de diputados de Libre no participaron en una reunión convocada por Xiomara Castro, las fracciones parlamentarias leales a la nueva presidenta eligieron como presidente del Congreso a Luis Redondo.

La elección de Redondo tuvo lugar en las instalaciones del Congreso Nacional, que el sábado fue tomado por simpatizantes de Castro quienes impidieron la llegada de Cálix a quien consideran un traidor por haber pactado con el Partido Nacional de JOH.

Redondo y el grupo de diputados afines a su partido instalaron la sesión para juramentar a Xiomara Castro, como presidenta de Honduras, mientras en las afueras del Congreso una multitud acuerpó la acción de los leales a la mandataria.

Para muchos expertos y analistas, Castro no es aún presidenta de ese país mientras no sea electa por todos los diputados que conforman el órgano legislativo.