Los Ministerios de Salud de Costa Rica y Nicaragua están preocupados el brote de malaria que se ha registrado entre los habitantes de una comunidad fronteriza entre ambos países.

De acuerdo con datos de las autoridades sanitarias, son 15 personas que están infectada con la enfermedad, ocho pacientes son de origen costarricenses y siete nicaragüenses, quienes reciben asistencia médica.

Mientras tanto, El Salvador ha sido declarado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), libre de la malaria, una certificación entregada al ministro de Salud, Francisco Alabi, el pasado mes de febrero.

Este sería el segundo reconocimiento que entrega la OMS a El Salvador, el primero es por el manejo de la pandemia por Covid-19.

Pese a que Costa Rica y Nicaragua firmaron un convenio para la eliminación de la malaria, esto no ha sido posible por la falta de coordinación para ejecutar acciones conjuntas.

Nicaragua no es la primera vez que tiene problemas para erradicar la malaria, en el año 2013 tuvo el mismo problema con esta enfermedad endémica, al igual que el dengue y ahora con los casos de Covid-19 que no reportan las cifras reales.

El epidemiólogo Álvaro Ramírez explicó que, por el periodo lluvioso en ambas naciones centroamericanas podría incrementar los casos. Sin embargo, la población en mayor riesgo sería los nicaragüenses, cuyas autoridades gubernamentales guardan silencio sobre el manejo de sus enfermedades endémicas.