En medio de los rumores de separación, Joana Sanz visitó la prisión donde se encuentra detenido su esposo, el futbolista Dani Alves, quien enfrenta un proceso judicial por un caso de supuesta violación.

La visita de 50 minutos sirvió a la pareja para tener una conversación en la que se prometieron seguir juntos, en lo que señalan es el peor momento de sus vidas.

Según medios que tuvieron acceso a la conversación telefónica, la modelo le sugirió a Alves concentrarse en su defensa legal y luego tener una conversación para las explicaciones necesarias.