El financiamiento que dos bancos multilaterales le han concedido al Gobierno salvadoreño todavía no puede rendir fruto para enfrentar la pandemia del COVID-19 y atender a la población vulnerable, debido a que los diputados continúan retrasando la autorización de ley para desbloquear estos fondos.

Los diputados se han tardado tres meses en aprobar los préstamos, a pesar que todos están enfocados en proveer recursos dentro del contexto de la pandemia. Tanto ha sido el retraso, que ahora el país está expuesto a perder uno de esos paquetes de préstamo, por $250 millones, con el BID.

El primero corresponde a tres paquetes que aprobó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que suman $550 millones y que van a segunda vuelta, según manifestó este lunes el exministro de Hacienda Nelson Fuentes.

El plan es incorporar $355 millones para los gastos de este año, y $195 millones como parte de un presupuesto especial que los diputados también deberán aprobar.

Entre los proyectos que dependen de estos fondos está incluida la construcción del Hospital Nacional El Salvador, el balance de las finanzas para continuar atendiendo la emergencia y tres meses de pensiones de los veteranos de guerra y excombatientes.

Para garantizar la ejecución en el corto plazo y evitar perder el préstamo, los diputados deberían celebrar dos plenarias antes de irse de vacaciones. Hasta el martes, no había señales de que fuesen a trabajar ni en discutirlo, ni en meterlo a plenaria.

El Presidente Bukele, desde Twitter, lamentó días atrás la negligente actitud de los diputados. “No quieren aprobar el dinero para comprar medicinas, equipo de protección personal para los trabajadores de la salud, equipar, ampliar y remodelar hospitales”, publicó. “Que secuestren los recursos de nuestro personal de primera línea y de nuestros pacientes, eso cruza la línea de lo tolerable”, criticó además el mandatario.

Este martes algunos excombatientes se concentraron en algunos puntos del país a fin de protestar por el pago de cuotas de las pensiones vencidas.