Resulta curioso como el ex fiscal general Douglas Meléndez parece haber desaparecido de todo espacio público luego de abandonar sus funciones, cuando de hecho se desenvolvió como un funcionario expresamente mediático.

Esta desaparición de la vista pública parece tener su origen en una solicitud de asilo que Meléndez requirió a Estados Unidos, país al cual viajó una vez que dejo su cargo; sin embargo, no existen pruebas documentales que confirmen la condición de asilado por parte del exfuncionario.

Hacia el final de la gestión de Douglas Meléndez se conocieron una serie de denuncias en su contra en la Fiscalía General de la República (FGR), Corte Suprema de Justicia (CSJ) e incluso una solicitud de antejuicio en la Asamblea Legislativa, personas con criterio de oportunidad denunciaron a Meléndez por coaccionarlos y obligarlos a declarar falsamente a los involucrados en el caso “Corruptela”, en el cual se inculpaba al expresidente Funes junto a otros exfiscales y otras personas.

Seis trabajadores de la FGR entre fiscales y administrativos denunciaron ante la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDHH) que fueron amenazados para inculpar a los procesados en el caso, mismo que tenía como fin la reelección de Meléndez en el cargo, lo cual no sucedió.

“El exfiscal Douglas Meléndez, todos los días daba conferencias de prensa, mandaba tweets y estaba activo en todos los centros de pensamiento y cuerpo diplomático. Ahora con el destape jurídico quedó demostrado en resoluciones internacionales, que todo lo fabricaba por encargo”, manifestó un abogado que solicitó el anonimato.

El ministro de Trabajo, Rolando Castro, también ha denunciado al ex fiscal Douglas Meléndez por proteger a políticos que sostuvieron negociaciones con pandillas, como Ernesto Muyshondt, ya que a pesar de que tuvo las pruebas para procesarlo en su debido momento decidió no hacerlo.