El Ministerio de Agricultura capacita a productores ganaderos para que transformen su actividad en ganadería resiliente que además aporta con su actividad a reducir la producción de gases de efecto invernadero. Un grupo de ganaderos trabajan en un proyecto denominado «rutanama» con una ganadería baja en carbono.
«Tenemos la participación directa de 200 ganadero, seleccionados previamente luego del levantamiento de una base con 226 ganaderos de Morazán y Nueva Concepción, Chalatenango», explica Elí Adonay Gómez, ingeniero agrónomo del IICA.
Gómez añadió que durante este levantamiento de información pudieron detectar dos grandes problemas de los ganaderos: altos costos de los concentrados y la escasez de vegetativo como alimento para el ganado.
Los ganaderos capacitados están poniendo en práctica, junto con sus familias, lo aprendido en las escuelas de capacitación del MAG con relación a la ganadería resiliente al cambio climático, además de mejorar sus ingresos.
A los productores se les capacita en la fabricación de alimentos probióticos para el ganado, generados a partir de la hoja de bambú, lo que reduce los gases contaminantes de efecto invernadero, especialmente el metano generado durante la digestión del ganado, y ayudan a las familias a mejorar sus ingresos.