Los índices de contagio por coronavirus siguen al alza en el país, el pasado domingo 19 cerró con 12,207 casos positivos, ese día se registraron un total de 361 nuevos casos, de los cuales 299 son locales y 62 son de importación, es decir, llega al país por compatriotas varados en el extranjero y que han sido repatriados. El ministerio de salud informó además el deceso de 9 personas por causa de la enfermedad.

El presidente de la República reacciono en sus redes sociales donde dijo: “Sin una cuarentena estricta, las suspensiones de reaperturas económicas es como ponerle una curita, a la fuga de una presa hidroeléctrica; sin embargo, hoy por hoy, era la mejor decisión”, además añadió “un gobierno no puede enfrentar una pandemia cuando los otros poderes la han quitado sus facultades y ni siquiera quieren reconocer que existe una emergencia. El Salvador es el único país del mundo que ‘elimino’ la pandemia por decreto legislativo”, expresó indignado el mandatario.

El presidente Bukele anunció ayer, que daría marcha atrás a la fase II de la reapertura económica, debido a la tendencia al crecimiento exponencial en los índices de contagios, que en esta semana ya se promedian arriba de los 350 casos diarios y que preocupan sobremanera a las autoridades de salud, ya que se prevé un colapso del sistema público de salud. Se considera que la decisión del ejecutivo es acertada, debido a que en dicha fase el transporte público iniciaría funciones; sin embargo, es el momento en que se reportan mayor cantidad de contagios, por lo que activar el transporte tendría graves consecuencias para la población.

Existe mucha expectativa por parte de las autoridades de salud de cara al comportamiento del virus, países vecinos como Guatemala y Honduras han colapsado ante la gran cantidad de casos de contagio de la enfermedad, es por ello que a través del ministro Alabí se ha insistido en que solo por medio de una cuarentena estricta de 15 días, podría cortarse en índice de contagios y desahogar la red pública de hospitales; no obstante, el parlamento salvadoreño se ha negado a brindar las herramientas para establecer la misma.