Muyshondt pretende crear la percepción de que Mario Durán es un criminal y delincuente, cuando se ha comprobado que el negociador de pandillas es él, y que mantiene los acuerdos aun siendo alcalde.

El alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt, busca dañar la imagen de su contrincante a la comuna, Mario Durán, haciendo aseveraciones por las que podría ser procesado por el delito de injuria y calumnia.

Muyshondt ha sido beneficiado por la justicia, luego que se comprobara que negoció la sangre del pueblo salvadoreño con los grupos de estructuras criminales, durante la campaña de 2014.

El entonces vicepresidente de ideología de ARENA, entregó miles de dólares a las pandillas y les ofreció puestos de seguridad en el gobierno, a cambio de votos para el candidato presidencial Norman Quijano.

Testimonios, audios y videos incriminan al actual alcalde con lo hechos, sin embargo, la Fiscalía de Raúl Melara ha tenido “guante de seda” para él, incluso metió al congelador su caso hasta meses después de las elecciones del 28F.

El edil capitalino además acarrea varias denuncias por apropiarse del dinero de los trabajadores municipales, de retener cuotas laborales, el dinero de préstamos de cooperativas, de no pagar más de 5 millones de dólares a MIDES por la recolección de basura, de usar el botadero de cielo abierto de la planta Aragón, poniendo en total riesgo sanitario a cientos de familias que viven cerca.

Muyshondt pretende crear la percepción de que Durán es un criminal y delincuente, cuando se ha comprobado que el negociador de pandillas es él, y que mantiene los acuerdos aun siendo alcalde.

Las tantas denuncias contra Muyshondt no ha hecho eco en la Fiscalía, ni en el Tribunal Supremo Electoral (TSE), por lo que sigue gozando de total impunidad.