Ernesto Muyshondt y Norman Qujijano

Muchos funcionarios, políticos y la ciudadanía en general no salen del asombro como el alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt quien tiene varios procesos en su contra por negociar con miembros de estructuras criminales, despedir sin justificación a empleados, apropiarse de retenciones laborales y ser señalado en el asesinato del sindicalista de la Asociación de Trabajadores Municipales (ASTRAM), Weder Meléndez, anda de forma impune en distintas partes del mundo a menos de 10 días de entregar la alcaldía de San Salvador.

Esto también aplica para el diputado del partido Arena, Norman Noel Quijano, quien es señalado de reunirse con cabecillas de estructuras criminales para pactar votos para el proceso electoral del 2014, en que disputaba la presidencia de El Salvador con el profesor Salvador Sánchez Cerén, del partido FMLN.

En el caso de Muyshondt, la sorpresa es que tenga que llegar a firmar de forma periódica al Juzgado Segundo de Instrucción de San Salvador, que es administrado por la jueza Edelmira Violeta Flores Orellana, quien le ha permitido que se desplace con facilidad fuera del país, aun sabiendo que al estar a pocos días de dejar la alcaldía de San Salvador existe el peligro de fuga y que se puede radicar en una nación con la que El Salvador no tenga un tratado de extradición.

 Por este motivo el ministro de Trabajo, Rolando Castro en su cuenta de Twitter escribió que: “La impunidad en el país se mueve traspasando las fronteras” y se refiere a que Ernesto Muyshondt es “negociador y entrega de dinero a pandillas”, que se “apropió de cuotas laborales”, que ha “malversado fondos”, que ha cometido “actos arbitrarios” y que entre otras cosas cometió el delito de “fraude electoral”.

Los mismo se pregunta Paúl Steiner, presidente de CONAMYPE, quien le hace una pregunta al fiscal general Raúl Melara, como puede explicar como “el señor Muyshondt puede salir de viaje cuando hay casos judiciales en su contra, incluyendo las fraudulentas retenciones de ISSS y AFP de los trabajadores de la alcaldía y que tiene que firmar semanalmente en el juzgado”.

Lo que puede resolver esa permisibilidad que hay del juzgado con Ernesto Muyshondt, es que está en manos de la jueza Edelmira Violeta Flores Orellana, quien ha sido cuestionada de plagia una resolución del Juzgado 1° de Sentencia para tratar de encajar como crimen organizado el caso Rais-Martínez.

De igual forma se sometió al proceso para una plaza al Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ) y en julio de 2020 también participó en el proceso para magistrada de la Corte de Cuentas de la República (CCR), sin tener el apoyo de las diferentes fracciones.

El que también está en el ojo del huracán es Norman Noel Quijano González, quien pierde su fuero el próximo 1 de mayo y por ese motivo se mueve para evitar cualquier proceso en su contra por negociar con pandilleros.

En ese sentido, el secretario de Prensa de la Presidencia, Ernesto Sanabria por medio de su cuenta de Twitter escribió: “Luego de su viaje a Estados Unidos, con escala en Honduras para acelerar sus trámites de nacionalización, el diputado Norman Quijano regresa al país para aparentar que aún tiene trabajo legislativo por hacer”.

En esa misma línea dijo, que el parlamentario “está nervioso porque pasará casi cinco meses sin fuero y la Fiscalía General de la República lo puede procesar”.