El expresidente de El Salvador, prófugo y asilado nicaragüense Mauricio Funes Cartagena, por medio de sus redes sociales se compadeció de Roberto Rubio, actual director de FUNDE, a quien consideró que al igual que «él, es un perseguido político.

Rubio es acusado de recibir sobresueldos de Casa Presidencial en la administración del también expresidente Elías Antonio Saca, quien guarda prisión en el sector 9 del Centro Penal La Esperanza, mejor conocido como Mariona.

Funes se recordó que en el pasado fue atacado injustamente por Rubio cuando se descubrió el desvío de fondos de las arcas del Estado por más de $351 millones, que lo obligó a huir a Nicaragua en busca de protección de Daniel Ortega.

“Recuerdo el día cuando Roberto Rubio, Director de @Fundeorg, dijo que yo no sufría ninguna persecución política y que los procesos armados por la Fiscalía General de la República (FGR) eran por delitos comunes que había cometido”, escribió Funes en Twitter.

Sobre este punto añadió, que “ahora los miembros de su Fundación están experimentando lo que yo llevo años enfrentando”, dijo.

Funes al igual que Rubio tienen un oscuro pasado. El asilado nicaragüense suma al menos seis órdenes de captura por varios delitos de corrupción por desfalco al Estado que supera los $351 millones.

A esto se suma, dirigir “el pacto oscuro” con las pandillas que causó decenas de muertos durante su administración, pero que, a pesar de todas esas acusaciones, Funes sigue considerándose un “perseguido político”.

Rubio tampoco se queda atrás, ya que es acusado de recibir miles de dólares provenientes de la partida secreta de Casa Presidencial en concepto de “sobresueldos”, recibos y documentos que lo comprueban y que el mismo Funes sacó de Casa Presidencial.

El fundador de FUNDE fue investigado en 2017 por la Fiscalía por supuesto delito de lavado de dinero y activos, un proceso que quedó en el olvido en la administración del exfiscal general de la República, Douglas Arquímedes Meléndez.