En un futuro lejano, África podría quedar dividida en dos partes por la formación de un nuevo océano.

Esta separación del continente africano se debe a una grieta de 56 km de largo en los desiertos de Etiopía, formada en 2005.

De formarse un nuevo cuerpo de agua, es decir, un océano, los países sin litoral contarán con una costa en unos años y sería Uganda y Zambia.

Esta grieta la han identificado como el borde de tres placas tectónicas que ya se han ido distanciando desde hace algún tiempo: la nubia africana, somalí africana y la árabe.