El karma le pasó factura al conductor de una tricimoto quien por intentar jalarle la cola a un perro que se cruzaba por la calle, quedó tendido en el piso tras perder el control del vehículo al intentar la maniobra contra el canino que, ajeno a las malas intenciones del hombre, caminaba tranquilamente.

El suceso ocurrió en un país asiático, cuando el malévolo conductor quiso pasarse de gracioso con el perrito, pero en el intento perdió el control del liviano vehículo de tres ruedas que colisionó contra el separado de la calle y volcó inmediatamente.

A raíz del brusco vuelco de la tricimoto, el conductor cayó al pavimento y varios transeúntes que caminaban a la orilla de la vía se apresuraron a darle auxilio mientras el hombre aun desorientado se percataba que su mala intención pudo salirle más cara.

Del perro, ni la cola. El can salió del lugar como si nada, ajeno a lo que ocurrió y a salvo de los intentos del conductor. El maltrato animal es un fenómeno común en muchas partes, pero a veces el karma ajusta las cuentas sin perder tiempo.