La misión especial designada por la Organización de los Estados Americanos (OEA) para observar y analizar el contexto preelectoral en El Salvador, está en el país ante anomalías en el proceso prelectoral y el fallido golpe de Estado de la oposición legislativa contra el presidente Nayib Bukele.
Santiago Cantón, jefe de la misión de la OEA, explicó que llegaron al país “para evaluar la situación político-institucional que está viviendo El Salvador y de esa forma poder colaborar con todos los sectores de la sociedad salvadoreña para fortalecer el proceso democrático”.
Este lunes, los diputados de la Comisión Política en la Asamblea Legislativa admitieron a discusión la propuesta de ARENA para conformar una mesa de cinco médicos que evalúen al mandatario. Este grupo de diputados también incorporó en su agenda la propuesta para destituir al Presidente Bukele del cargo, que cuenta con el apoyo del FMLN y del diputado Rodolfo Parker.
Todas estas maniobras ocurren a menos de dos semanas de las elecciones municipales y legislativas. Las encuestas dan ventaja al partido Nuevas Ideas por encima de los partidos que han organizado darle el golpe de Estado.
Con la llegada de la misión de la OEA, el Gobierno salvadoreño tiene la expectativa que la tensión pueda disminuir para que los comicios no tengan más tropiezos y se respete la decisión de los salvadoreños.
“Al tratar de calmar la polarización, en beneficio de nuestra población, a quienes nos debemos, esperamos que estas dos semanas sean pacíficas y que las actividades del 28 de febrero marchen con transparencia”, comentó la ministra de Relaciones Exteriores, Alexandra Hill.
La llegada de funcionarios de la OEA coincide con el estrepitoso fracaso del simulacro que desarrolló por segunda ocasión el Tribunal Supremo de Electoral (TSE) el domingo pasado.
El porcentaje de fallas llegó a 98 %, y encima de eso, los funcionarios del colegiado decidieron usar un sistema informático diferente al del propio 28 de febrero.
La magistrada presidenta del Tribunal, Dora Martínez, propuso una auditoría internacional para garantizar la transparencia de los comicios, una propuesta lanzada con mucha anticipación por el presidente de Nuevas Ideas, Xavi Zablah.