Sacos de boxeo fueron utilizadas por pandilleros para ingresar armas, municiones y artefactos con los que se podría hacer daño a una persona al interior de los penales, de acuerdo con testigos presentados por la Fiscalía General de la República (FGR) en el caso ‘Tregua’ contra el expresidente Mauricio Funes.

Los encargados del centro de monitoreo e inteligencia, y los subdirectores de seguridad de los centros penales de Izalco, en Sonsonate y Zacatecoluca en La Paz relataron parte de los hechos acontecidos durante el pacto que el Gobierno de ese momento tuvo con las pandillas.

Según el testigo, todas estás acciones eran avaladas por el director del recinto penitenciario, Juan José Zepeda y el director de Centros Penales, Nelson Rauda, quienes recibían las ordenes de ambos procesados.

Los mediadores del “proceso” Fabio Colindres, Raúl Mijango, Roberto Díaz y al padre Antonio Rodríguez, colaboraban con el ingreso de las armas, y accedían al recinto sin pasar por los tres anillos de seguridad, señaló el testigo.

Uno de los testigos también relató que en una ocasión se localizaron 50 teléfonos celulares en los sectores 1 y 2 del penal de Izalco, sin embargo, ninguno de estos fue reportado, y al finalizar la requisa todos fueron devueltos a los pandilleros.

Además del expresidente Mauricio Funes, quien está siendo procesado en calidad de ausente, también se ha procesado al exministro de Seguridad, David Munguía Payés, por haber otorgado beneficios a las pandillas a cambio, supuestamente, de dejar de atentar contra la población salvadoreña.

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