La principal estrategia de seguridad del gobierno del Presidente Nayib Bukele, el Plan Control Territorial, ha demostrado sobradamente su efectividad sobre terreno manteniendo los índices criminales a la baja desde el momento de su implementación hace dos años.

De acuerdo con los datos oficiales de la corporación policial, el mes de junio muestra en una tendencia a la baja en torno a los homicidios, hasta el día de ayer se mantenía una media estadística de 2.82 muertes diarias. El promedio diario de homicidios en el consolidado anual se mantiene en 3.7, para un total a la fecha de 606 muertes, muy por debajo del total registrado en 2020 que dejó 1,341 asesinatos, confirmando así una baja representativa.

La disminución en términos de muertes violentas es perceptible en todo el territorio nacional, en los primeros 11 días de junio los departamentos de Sonsonate, Cuscatlán y San Vicente no reportan muertes violentas mientras que Santa Ana, La Paz, La Unión, Cabañas, Morazán y Usulután reportan un tan solo homicidio en el registro estadístico oficial.

El Plan Control Territorial tiene una buena percepción entre la población salvadoreña, así lo demuestran los más recientes muestreos de la opinión pública que señalan la estrategia como uno de los logros gubernamentales mayormente perceptibles.

Recientemente se aprobó el financiamiento para las fases II y III del Plan Control Territorial por parte de la Asamblea Legislativa, estas tienen un alto grado de impacto social puesto que están enfocadas en la generación de oportunidades para la juventud, así como la modernización y equipamiento de los cuerpos de seguridad.

Merece la pena destacar la conformación del Comando de Cooperación Interinstitucional de Seguridad Pública (CCISP), integrado por el Gabinete de Seguridad y la Fiscalía General de la República, este servirá como un instrumento que permitirá un accionar articulado interinstitucionalmente en la lucha contra el crimen en el territorio nacional.