El prófugo de la justicia, el efemelenista Mauricio Funes, quien está disfrutando de la corrupción y los placeres del gobierno de Nicaragua después de robar a los salvadoreños, tiene temor del nuevo fiscal general Rodolfo Delgado.
Funes, quien estaba acostumbrado a sobornar a fiscales, incluso al más alto nivel como a los exfiscales generales Luis Martínez y Douglas Meléndez Ruiz (este último lo dejó escapar y nunca lo procesó en serio, al igual que al otro prófugo Sifgrido Reyes), se siente frustrado porque ahora ya no puede seguir cometiendo esos ilícitos como en el pasado.
Durante su gobierno, el prófugo no solo sobornaba a exfuncionarios sino también a “periodistas” como Héctor Silva Avalos -que de paso era también financiado por Fito Salume-, quien recibía fondos de Casa Presidencial como lo reveló el exfiscal Raúl Melara, y que dijo que hay recibos y testigos. Silva Avalos también ha atacado fuertemente al ahora fiscal general desde años atrás (en su libro Los Infiltrados), y continúa haciéndolo.
Funes ha reaccionado contra el actual fiscal Delgado porque teme enfrentar la justicia en El Salvador junto a su hijo y su compañera de vida Ada Mitchelle Guzmán Sigüenza, conocida como “Michy” (de quien el exfiscal Meléndez Ruiz dijo era “obra pública”).
El fiscal Delgado informó además que acelera la extradición del suegro de Funes y padre de la “Michy”, Juan Carlos Guzmán Berdugo. Delgado está coordinando con la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y las autoridades costarricenses para realizar lo más pronto posible todas las acciones de la extradición.
Guzmán Berdugo fue capturado en San José, el 1 de abril de 2019, y El Salvador fue notificado dos días después. La FGR mantienen abierto un proceso de investigación contra Guzmán Berdugo, luego que declaró gastos por $140,756.43 y que solo había reportado ingresos por $7,196.72.