Rescatistas de diferentes nacionalidades se han sumado a las tareas de ubicación y rescate de personas que están con vida bajo los escombros de viviendas y edificios que se desplomaron con los dos terremotos 7.8 y 7.5 que afectaron a Turquía y Siria.

Ya han pasado más de 45 horas desde el terremoto inicial y siguen ocurriendo milagros al sacar con vida a hombres, mujeres y niños que estaban atrapados en escombros.

Sin embargo, los sobrevivientes aún se aferran al milagro de ser salvados, pero tienen que soportar hambre, sed y el clima invernal con bajas temperaturas. Ahora depende de la celeridad de los rescatistas para que puedan salir de la prisión de concreto, donde se encuentran desde las primeras horas de este lunes.

Se estima que hay unas 180 mil personas bajo los miles de edificios colapsados en Turquía y Siria. Sin importar el país, miles de voluntarios trabajan contrareloj para intentar rescatar a la mayor cantidad de personas con vida.

El mejor método de los rescatistas es el silencio, porque eso les permite escuchar los gritos de auxilio de los sobrevivientes, por lo que les es más fácil ubicarlos y salvarlos.