Rodolfo Delgado asegura que cambiará la imagen de la Fiscalía General de la República, por lo que apuesta al trabajo coordinado con la Policía Nacional Civil (PNC) como también con organismos nacionales e internacionales.

“Ambas instituciones no pueden realizar la labor en beneficio del pueblo salvadoreño sin la otra; la PNC requiere los servicios de la Fiscalía y la Fiscalía debe acompañarse siempre por los investigadores policiales”, destacó Delgado, en entrevista con Diario El Salvador.

Delgado, fiscal de carrera por 22 años, conoce la institución y la operatividad de la misma, participando entre otras en acciones para desmantelar bandas de secuestradores, entre el 2000 y el 2004.

Sustituye al exfiscal Raúl Melara, miembro del partido Arena, quien fue removido del cargo por la Asamblea Legislativa por considerarlo que no cumplió “con su obligación de constitucional de defender los intereses del Estado y de la sociedad, por complacer a grupúsculos de poder político y económico, cuyo objetivo es defender intereses oscuros en contra del pueblo salvadoreño”.

“Siempre he creído en el trabajo en equipo y es lo que les he traslado a las diferentes jefaturas para que trasladen esa directriz a los agentes auxiliares, un trabajo en equipo que se vea con la Policía y con las diferentes unidades organizativas”, destacó Delgado.

Además de coordinar mejor las acciones con la PNC y otras instituciones nacionales, Delgado impulsa la extradición del suegro del prófugo Mauricio Funes, con la colaboración de organismos internacionales.

“He girado instrucciones a la Unidad de Asuntos Legales Internacionales para que realice las coordinaciones con la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y las autoridades costarricenses a fin de que en el plazo otorgado de un mes se pueda traer al suegro del expresidente Mauricio Funes Cartagena”, dijo el nuevo fiscal general.

Agregó que “esto implica un tipo de coordinación con el Órgano Judicial a fin que esta persona enfrente los cargos en los tribunales por apropiarse de dinero del Estado”.

El nuevo fiscal también sigue de cerca el caso del exdiputado arenero Norman Quijano, quien está refugiado en Honduras y no se presentó a una audiencia en el Juzgado Séptimo de Paz de esta capital para conocer acusaciones formales de fraude electoral y negociaciones ilícitas.