Ronal Umaña recordó que la mayor parte de los fondos de pensiones fueron tomados por los gobiernos de ARENA y el FMLN para pagar deuda externa en detrimento de la gente y es parte, de lo que los salvadoreños les están cobrando a estos partidos en las elecciones recientes.

Analistas coincidieron en que la población pasó factura a aquellos diputados que permitieron que se tocara el dinero del pueblo en el tema de las pensiones.

Ronal Umaña recordó que la mayor parte de los fondos de pensiones fueron tomados por los gobiernos de ARENA y el FMLN para pagar deuda externa en detrimento de la gente y es parte, de lo que los salvadoreños les están cobrando a estos partidos en las elecciones recientes.

“Las AFP tenían diputados, el Gobierno tenía diputados y entre los diputados de las AFP que eran los diputados que ARENA había ganado más los diputados del Gobierno, se llevaron la plata del pueblo. ¿Por qué se la llevaron? Porque el pueblo no tenía deputados”, señaló.

La última reforma a la Ley de Pensiones que afectó a los pensionados y a los trabajadores próximos a jubilarse, fue aprobada en el 2017 por los diputados de ARENA y del FMLN. Las modificaciones fueron pactadas también con el expresidente, Salvador Sánchez Cerén, ya que el gobierno urgía de fondos para pagar su deuda previsional que se le vencía a finales de ese año.

Julio Valdivieso dijo que la nueva Asamblea Legislativa tendrá el reto de informar a toda la población a diferencia de los diputados actuales que tomaron decisiones que afectaron a los salvadoreños durante “madrugones”.

“Te parece justo que el Estado les pague a los pensionados, no a las administradoras un 1% cuando está pagando internacionalmente 8% y 9%. ¿Parece racional eso? Pero fueron los diputados no los gobiernos, quienes les permitieron a los gobiernos hacer uso fueron ustedes diputados”, expresó.

Ayer el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, señaló la necesidad de dotar de una reforma integral de pensiones al país, que tengan tres ejes fundamentales: que beneficien al cotizante, algo que nunca se ha hecho, al Estado y en un tercer momento a los administradores de fondos de pensiones.