Schafik Hándal Vega, hijo del líder histórico del Fmln, ya tiene listas las maletas para retirarse de la Asamblea Legislativa el 30 de abril próximo.

Sus palabras finales, luego de que su partido presentó un “balance de trabajo legislativo” ayer -el cual ha sido rechazado por los salvadoreños-, están en línea con un regreso “triunfal”: “Volveremos en una década”.

Asegura que su partido no está muerto, y ofrece lucha a Nuevas Ideas y al presidente Nayib Bukele. 

«El proyecto que tenemos luego de lo que pasó el 28 de febrero va pensado para una década», dijo a medios de comunicación.

Sin embargo, el analista Dagoberto Gutiérrez no cree en la vida del Fmln. Lo da por sepultado, principalmente por haberle dado la espalda a la población, y al mismo proyecto que los llevó a ser partido político. “Abandonaron todo por lo que lucharon”, dijo el analista.

A pesar de la catastrófica derrota electoral que los salvadoreños propinaron el 28 de febrero pasado, Handal insiste en que “trabajaron para la gente, fueron transparentes y lucharon contra la corrupción”. Un discurso lejano a la realidad, opinan los analistas.

La lista de funcionarios corruptos del partido de izquierda es larga y la encabezan el expresidente de la Asamblea Legislativa, Sigfrido Reyes, y el expresidente de la república, Mauricio Funes, ambos prófugos de la justicia y acusados de varios delitos de enriquecimiento ilícito, peculado y malversación de fondos.