El volcán de Santa Ana es vigilado 24/7 por especialistas en vulcanología asignados al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), debido a que es el segundo más activo del país luego del Chaparrastique, de San Miguel.

Sin embargo, ese coloso del occidente del país no muestra cambios en su comportamiento en temperaturas y en concentraciones de gases en su línea base, por lo que se dice que las fumarolas están activas, indicando su comportamiento hidrotermal en la laguna que hay en su cráter.

Los especialistas del MARN instalaron en el cráter del volcán de Santa Ana una estación que realiza mediciones de gases cada seis horas al día. El equipo es automático y estará de forma temporal durante una semana, cuya información va a permitir precisar las emisiones de gases magmáticos en el cráter.

También se mantiene vigilancia 24/7 en los principales volcanes del país. El monitoreo de campo determina parámetros de temperatura, gases y agua.