El funcionario sostuvo que Muyshondt, quien no cuenta con el respaldo de los capitalinos para su reelección, está buscando hacer tratos con empresas para establecer contratos con sobreprecios en sus servicios facturados con la intención de dejar en quiebra a la alcaldía.

El ministro de Trabajo, Rolando Castro, manifestó que el alcalde de San Salvador Ernesto Muyshondt es la cara de la impunidad en el país, debido a que la Fiscalía General de la República (FGR), la Corte de Cuenta de la República (CCR) y el sistema judicial, actúan de forma timorata con su persona y lo favorecen con fallos judiciales.

El funcionario en repetidas ocasiones recuerda una serie de denuncias que Muyshondt tiene en la Fiscalía y los tribunales, pero que en ninguno de los casos las autoridades hacen por llevarlo a prisión, pese a que tiene serios señalamientos por pactar con miembros de estructuras criminales y por el manejo anómalo de fondos en la alcaldía de San Salvador, donde afectó a la mayor parte de los empleados al no pagar a tiempo las AFP, ISSS, renta, préstamos bancarios y el SFV, entre otras instituciones.

También lo involucran en el asesinato del dirigente sindical de la Asociación Salvadoreña de Trabajadores Municipales (ASTRAM), Weder Menéndez, hecho ocurrido el 7 de agosto del año 2020 en las inmediaciones de la colonia Guatemala, de esta capital. Sobre este hecho, Castro afirmó que entregó todas las evidencias a la Fiscalía y a un organismo internacional para que investiguen al respecto.

En redes sociales Rolando Castro escribió en la red social del pajarito: “Este sujeto (Ernesto Muyshondt) es el referente de la corrupción en El Salvador, pero también es el emblema de la impunidad”.

Agregó que: “Es la cara de las acciones discrecionales de las instituciones del país, la mejor muestra de cómo lo han protegido para no llevarlo a la cárcel”, pese a los casos que se han presentado en la Fiscalía General de la República.

De igual forma dijo que en el top 5 de las tendencias en El Salvador, en el número 3 se ubica el nombre de Ernesto Muyshondt, por la popularidad que tiene en que los empleados y una parte de la sociedad pide justicia a las instancias del país, como Corte Suprema de Justicia, Corte de Cuentas de la República, Fiscalía General de la República y al Juzgado Segundo de Instrucción.