Los conflictos armados siempre dejan daños colaterales, no solo humanos y perdidas en infraestructuras de los países involucrados.

Por ejemplo, la guerra entre Rusia y Ucrania ha afectado bienes culturales, así lo ha dicho la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

En julio pasado, esta entidad de la ONU, lamentó y condenó que fuerzas rusas dañaran sitios culturales en el centro de la ciudad Odesa, Ucrania, considera como patrimonio mundial.

Una de estructuras dañadas fue la Catedral de la Transfiguración, iglesia ortodoxa de Odesa, que fue fundada en 1974.