El bloqueo préstamos internacionales está provocando el pago de intereses diariamente por un dinero que no está siendo utilizado, en virtud de la negativa que mantiene el bloque legislativo de dar sus votos por estos fondos.

Son $350 millones los que mantienen guardados en las cuentas del Banco Central de Reserva a la espera de ser aprobados, dinero que va destinado para la atención de la pandemia, la compra de medicinas, insumos, equipamiento de hospitales, entre otros compromisos. También, estos fondos van dirigidos a la
reactivación económica y al rescate de las pequeñas empresas afectadas por la
emergencia sanitaria.

De los fondos, $300 millones son otorgados por el Banco Interamericano de
Desarrollo y $50 millones por el Banco Centroamericano de Integración
Económica, y aunque las condiciones de pago son bastante flexibles para el país, este dinero no ha sido autorizado para tenerlo guardado, sino para usarlo
conforme a los destinos que la misma Asamblea Legislativa ha estipulado.

El ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, explicó que “El Salvador, por comisión de compromiso que se devenga por no desembolsar los préstamos del BID presentados a la Asamblea Legislativa –por $ 250 millones y $ 50 millones–, paga $4,100 diarios desde el 20 de septiembre de este año”.

Los créditos van dirigidos al programa de sostenibilidad macroeconómica y fiscal, para mitigar los efectos del coronavirus y para financiar parcialmente las medidas económicas compensatorias por la emergencia sanitaria.

Si estos fondos llegaran a las arcas del Estado, el Gobierno tendría los recursos
necesarios, por ejemplo, para entregar el Fondo para el Desarrollo Económico y
Social de lo Municipios (FODES), así como para continuar con la modernización del sistema de salud.