Óscar Ortiz, secretario general del partido FMLN, partido que por años usó métodos de terror contra la población civil al asesinar alcaldes, dinamitar postes y puentes, ametrallar unidades de transporte colectivo y matar vacas, acusó al Presidente Nayib Bukele de incitar al a violencia, en relación al ataque ocurrido el domingo contra simpatizantes del partido de izquierda.
Los salvadoreños aún recuerdan las imágenes de los crímenes que cometieron a lo largo de todo el país basados en la doctrina que estaban liberando a El Salvador de la opresión oligarca, con la cual se escudaron para asesinar líderes políticos, detonar “coches con bombas” y los secuestros de empresarios, entre muchos otros actos de violencia y que ahora dice repudiar el máximo dirigente farabundista.
Ortiz acusa al Gobierno de estar llevando al país a “un caos”, y aseguró que “tarde o temprano tendremos cosas peores”, anticipándose a hechos que en el pasado marcaron las cercanías de los procesos eleccionarios, como un método de intereses oscuros utilizado en el pasado.
Este es el odio que el mismo partido de izquierda incitó en el tirador Mario Belloso, condenado por asesinar a dos policías y herir a otros 10 durante una manifestación frente a la Universidad de El Salvador el 5 de julio de 2006, por lo cual fue condenado a 35 años de cárcel.
El mismo odio que usaron para atentar contra fiscales y empresarios, además de asesinar a Marines estadounidenses durante la guerra civil, que dejó más de 70,000 fallecidos.
Sin haber una información sobre la veracidad de los hechos, la noche de este domingo Ortiz cargó los dados para acusar a Bukele de ser el instigador de la espiral de violencia y de esa forma montarse en una hipótesis que le genere un rédito político a su partido.
Las autoridades competentes se encuentran recabando las pruebas para determinar las condiciones en que se dio dicho ataque armado de este domingo, suscitado el domingo en el centro capitalino.
Casualmente el alcalde capitalino sostuvo que en la zona donde se dieron los hechos no hay cámaras de seguridad, pese a que el edil dice tener un moderno sistema de videovigilancia en la capital por el que cobrará hasta $70 en impuestos por su funcionamiento.