Este sábado se cumplieron 43 años del golpe de estado del lunes 15 de octubre de 1979, que fue encabezado por un grupo de jóvenes militares quienes derrocaron al general Carlos Humberto Romero, del Partido de Conciliación Nacional (PCN).

El último presidente derrocado llegó al poder el 1 de junio de 1977 en medio de acusaciones de fraude, y se mantuvo hasta la mañana del 15 de octubre de 1979, siendo obligado a huir de El Salvador vía aérea con varios miembros de su familia.

Con Carlos Humberto Romero cayó una seguidilla de gobiernos militares señalados de cometer una serie de abusos contra civiles que eran ligados con la guerrilla en formación del FMLN y con el partido PDC, que también eran tildados de comunistas.

A Romero se le señala de ordenar la masacre de los estudiantes de la Universidad de El Salvador ocurrida el 30 de julio de 1975, cuando fungía como  ministro de Defensa en el gobierno del coronel Arturo Armando Molina. 

Esa acción provocó que los grupos armados respondieran con más violencia contra las fuerzas de seguridad, y producto de ello, cuando llegó al poder, cada día perdía el control del país, por lo que un grupo de militares jóvenes se unieron y fraguaron el golpe militar.

Parte de esos militares eran señalados de ser afines a los insurgentes y al Partido Demócrata Cristiano (PDC), y otros, de formar parte del ala dura de la Fuerza Armada.

Las primeras acciones de levantamiento militar ocurrieron con la toma del control de la Primera Brigada de Infantería, de San Salvador y cuya sede militar ahora es conocida como “Cuartel San Carlos”. Luego se sumó la Segunda Brigada de Infantería de Santa Ana, siguió la Brigada de Artillería y la Escuela Militar, donde el director Adolfo Majano, fue el vocero de los jóvenes militares progresista.
Por el lado de la Maestranza Militar, estaba el coronel Jaime Abdul Gutiérrez que representaba la línea dura de los militares. Ya con la salida del presidente Romero, se hizo la proclamación que justificaba las acciones del golpe de estado en nombre de la democracia y la paz de El Salvador.

La primera Junta Revolucionaria de Gobierno de El Salvador estuvo en el poder entre 1979 y 1980, integrada por los coroneles Adolfo Arnoldo Majano Ramos y Jaime Abdul Gutiérrez Avendaño y por los civiles, Guillermo Manuel Ungo, Mario Antonio Andino y Román Mayorga Quirós.

La segunda Junta Revolucionaria de Gobierno de El Salvador dirigió el país entre enero y diciembre de 1980, siendo integrada por los coroneles Adolfo Arnoldo Majano Ramos y Jaime Abdul Gutiérrez Avendaño, y por los civiles José Antonio Morales Erlich, Héctor Dada Hirezi y José Ramón Ávalos Navarrete.

La tercera juntal fungió de diciembre de 1980 a abril de 1982, misma que estuvo formada por el coronel Gutiérrez Avendaño, José Antonio Morales Ehrlich, José Ramón Ávalos Navarrete y José Napoleón Duarte como presidente de la junta. Sin embargo, todas las Juntas Revolucionarias fueron acusadas de violaciones a los derechos humanos.

Pero la muerte de cuatro periodistas holandeses y cinco guerrilleros, hecho ocurrido el 17 de marzo de 1982 cerca del pueblo de El Paraíso, en el departamento de Chalatenango, indignó a los Países Bajos y exigieron la destitución de la junta que estaba en el poder.

En ese sentido, se realizaron elecciones de diputados y fueron ellos los que nombraron a Álvaro Alfredo Magaña Borja como nuevo presidente de El Salvador, quien derrotó al candidato de ARENA, Hugo César Barrera