La estafa del ex presidente de ARENA, Gustavo López Davidson, al Estado Salvadoreño, consistente en la venta de armas en mal estado tiene raíces mucho más profundas de lo aparente.

El Presidente Nayib Bukele se expresó al respecto, a través de sus redes sociales.

«Parece que el problema del expresidente de ARENA, no es solo cómo obtuvo miles de armas militares, sino, adónde fueron a parar… «, sentenció.

Hace algunos años autoridades mexicanas advirtieron sobre la entrega de armas pesadas por parte de la Fuerza Armada de El Salvador al cartel de Sinaloa.

El dictamen de acusación de la Operación Jaque dio fe que representantes de la MS13 efectuaron constantes visitas a México para sostener reuniones con miembros del Cartel de Sinaloa, en ese momento encabezado por Joaquín “El Chapo“ Guzmán. De acuerdo a las pesquisas, en entrevistas particulares, algunos pandilleros confirmaron que parte de la negociación con el cartel se daba con base a la entrega de armamento militar que la pandilla obtenía en el país.

Según las fuentes, el cartel de Sinaloa recibía las armas y a cambio acordaron un pacto de no agresión para permitir la circulación de mareros hacia México, sitio donde se escondieron los cabecillas de la pandilla más buscados por los Estados Unidos.

Investigaciones sobre la tregua entre pandillas en El Salvador probaron que durante las adminsitraciones del FMLN, las maras recibieron adiestramiento en el uso de armas militares en polígonos del ejército con la venia de miembros del Gabinete de Gobierno del expresidente prófugo del «Gobierno del Cambio», Mauricio Funes, quien actualmente se encuentra asilado por el régimen del dictador Daniel Ortega, para evitar un juicio en El Salvador por múltiples casos de corrupción.

Según investigaciones de la Fiscalía General de la República, FGR, durante los gobiernos de ARENA y el FMLN hubo un saqueo masivo de armamento al interior de la Fuerza Armada. El caso más grande que se conoce es el de la empresa CENTRUM, propiedad del expresidente de ARENA, Gustavo López Davidson, que saqueó aproximadamente 14,000 armas y municiones de guerra de forma ilegal, gracias a una permuta avalada por los generales ex ministros de Defensa, José Atilio Benítez y David Munguía Payés.

«En algún momento se rastrearon cargamentos de granadas de fragmentación, que venían del Ejército de El Salvador», señaló Alejandro Hope, analista mexicano en seguridad.

Fusiles de guerra como los G3, municiones de grueso calibre de uso privativo de la Fuerza Armada y algunas ametralladoras también de uso exclusivo del ejército se cuentan entre las armas saqueadas por López Davidson. En total, Davidson se robó un armamento con un valor estimado de más de $2 millones.