El Departamento de Estado de Estados Unidos ha indicado que el ahora primer ministro de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, tiene inmunidad a pesar de que sospechan que él ordenó el asesinato de un periodista en 2018.

Se trata del caso de Jamal Khashoggi, un reportero que fue asesinado en un consulado de Arabia Saudita en Turquía y de quien el gobierno saudí indicó que murió en una pelea.

Inteligencia de Estados Unidos determinó que Mohammed bin Salman, quien también es el príncipe heredero de su país, era sospechosos de haber ordenado el crimen en octubre de ese año.

Los abogados del Departamento de Estado han justificado la decisión en que por tratarse de un jefe de Estado “goza de inmunidad de jefe de Estado frente a la jurisdicción de los tribunales estadounidenses como resultado de ese cargo”.