Más de 200 personas fueron detenidas en París durante las recientes protestas contra la reforma de pensiones impuesta ayer por el presidente francés, Emmanuel Macron. La aprobación de la polémica modificación, que es repudiada por miles de trabajadores, fue hecha por decreto y sin el aval de la Asamblea Nacional.

Los manifestantes fueron arrestados tras incendiar y dañar mobiliario público y tras enfrentarse a las fuerzas de seguridad.

La Policía hizo uso de cañones de agua y de gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, alejándolos de la Asamblea Nacional francesa. Tras varias horas de disturbios, las tensiones en las calles llegaron a su fin.

Pese a esto, los sindicatos han anunciado una gran jornada de manifestaciones para el próximo jueves 23 de marzo, mientras que la oposición presentará una moción de censura a la primera ministra, Elisabeth Borne, este viernes.