“Para que los países las recibieran, tuvieron que demostrar que tenían la capacidad, y los mecanismos de aplicación de estas”, dijo el representante interino de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en El Salvador, Franklin Hernández.

Para ser favorecidos con las vacunas donadas a través del Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19 (COVAX, por sus siglas en inglés), los países tuvieron que establecer las condiciones y logística para garantizar el almacenamiento y distribución de la vacuna.

“Para que los países las recibieran, tuvieron que demostrar que tenían la capacidad, y los mecanismos de aplicación de estas”, dijo el representante interino de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en El Salvador, Franklin Hernández.

La adquisición de los equipos de cadena de frío fue vital para garantizar la conservación del fármaco. El Centro Nacional de Biológicos (CENABI), es el lugar en donde se guardan las vacunas, y tiene capacidad para almacenar vacunas que requieran hasta -70 grados. La vacuna anti-COVID-19 de AstraZeneca necesita entre 2 y 8 grados para permanecer en condiciones óptimas.

El país cuenta con 162 puntos de vacunación, establecidos por el Gobierno previo a recibir el primer lote de vacunas, y con 3,000 equipos vacunadores que fueron capacitados para el correcto manejo del fármaco.

“Se han dado pasos importantes; la OMS ha reconocido el trabajo del país en términos de preparación y respuesta. El reflejo de eso es lo que se dio en el aeropuerto (la llegada de 33,600 vacunas de COVAX); es de reconocer que el país está dando los pasos correctos”, afirmó.

Este lote de vacunas, donado a través del mecanismo COVAX, se utilizará para inmunizar al personal de salud que no atiende directamente pacientes de COVID-19, como parte de la primera fase de vacunación ejecutada por el Gobierno.