La violencia desbordada en algunas ciudades de los Estados Unidos está obligando a empresarios de grandes supermercados a cerrar sus tiendas por este problema social.

Tal es el caso de Whole Foods, en San Francisco, California, que anunció su cierre forzado por la delincuencia desmedida en el barrio Mid-Market, en esa parte del país de primer mundo.

Esta tienda proveía al menos 3,700 productos locales a los habitantes de la zona, quienes ahora deberán buscar dónde abastecerse de esos artículos.

De acuerdo con muchos analistas, en los últimos meses, los Estados Unidos ha retrocedido en tema de seguridad, se ha convertido en una nación insegura por sus múltiples tiroteos en escuelas, supermercados y otros sitios.