El viernes por la noche el tuitero Alejandro Muyshondt hizo público algunos chats entre miembros de un articulado grupo dedicado a correr rumores y a difamar al presidente Nayib Bukele y al gobierno, incluso quedó al descubierto un ataque que el empleado de TSE Malcom Cartagena, dirigió hacia la Primera Dama de la República, Gabriela de Bukele y su pequeña hija; Laila.

El troll center tenía como principales administradores al expresidente prófugo, Mauricio Funes; el empleado del TSE, Malcolm Cartagena, la catedrática de la UCA, Ivón Rivera ; y la diputada del FMLN, Alexandra Ramírez, esta última, estuvo detrás de incitar a través de información falsa a que las personas salieran de forma masiva a cobrar los $300 otorgados por el gobierno, sin importarle que esto significara poner en riesgo de contagio a la población.

Al quedar en descubierto el proceder de este grupo, algunas abogadas y periodistas han salido a su defensa, argumentando cosas como la libertad de expresión o de disentir, sin reparar en el daño que estas personas han ocasionado a la población o al honor de algunas personas que han sido víctimas de sus ataques.

Las abogadas Berta María De León y Marcela Galeas, han sido las que más han defendido a los miembros de este grupo, al igual que los periodistas Edwin Segura y algunos de El Faro y Factum, que han puesto en tela de juicio si el actuar de estas personas cae o no en el cometimiento de delitos.