El anteproyecto de Ley de Presupuesto General de la Nación para el próximo año, presentado ayer por el Ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, fue denominado como: «una importante herramienta para sacar adelante al país, luego de ocho meses de enfrentar el COVID-19», por lo que no dudo en hacer el llamado a una discusión técnica y racional de todas sus partidas, tanto de ingresos como de gastos, y no un debate político-electoral, como el que quieren plantear ARENA, el FMLN y el diputado Rodolfo Parker.

Es importante destacar que la cifra presupuestaria presentada ($7,453.5 millones) tiene un fuerte componente social, una de las principales apuestas del gobierno para superar la crisis pospandemia. El caso más representativo es el ramo de salud, que contempla $1,034 millones y de estos $60 millones son solo para el Hospital El Salvador.

Además, hay que enfatizar que se ha propuesto $1,320 millones para el ramo de educación, con esta cifra se eleva al 5% del Producto Interno Bruto (PIB) para la inversión en los niños y los jóvenes y que puedan tener oportunidades formativas, mejores escuelas y acceso a tecnología
para su formación.

Otro tema clave es los $100.6 millones adicionales para seguridad pública, lo que confirma la apuesta gubernamental por el Plan Control Territorial, que ha dado 32 días sin homicidios y reducciones históricas de otros delitos desde junio de 2019.

Esto significa que en 2021 se tendrán $655 millones para seguridad pública, un aumento que es muy importante porque contempla el bono trimestral de $400 para todo el personal policial y de $150 para el personal administrativo, además de otros apoyos para la Fuerza Armada, custodios penitenciarios y la modernización, equipamiento y tecnificación de las instituciones como la Policía Nacional Civil (PNC).