La decisión del Presidente Nayib Bukele de donar medicamentos que sirven para aliviar el sufrimiento de las personas que son entubadas a un respirador artificial por Covid-19, como otras que padecen enfermedades terminales y que están postradas en hospitales de Costa Rica, ha generado una serie de elogios y entre ellos del diputado de Nueva República, Jonathan Prendas.
«Las cosas de la vida. El gobierno que se negó a aceptar la ayuda de El Salvador para atender pacientes Covid y que con molestia no acepta las críticas sobre el manejo que hace de la pandemia, tuvo que pedirle prestado a ese hermano país medicamentos esenciales para los pacientes UCI. Gracias presidente Nayib Bukele y pueblo salvadoreño», escribió el diputado en sus redes sociales.
El presidente Bukele explicó a los salvadoreños, en su cuenta de Twitter, que “nuestros hermanos de Costa Rica nos solicitaron urgentemente un préstamo de 10,000 ampollas de Fentanil, para los pacientes que luchan entre la vida y la muerte en sus UCIs”.
“Pero la ayuda no se presta, se entrega sin condiciones. Ellos hubieran hecho lo mismo por nosotros”, agregó el mandatario por lo que de inmediato recibió elogios tanto de salvadoreños como ciudadanos costarricenses.
Para la embajadora de Costa Rica en El Salvador, Lina Eugenia Ajoy, “estas acciones son parte también de la solidaridad que muestra la administración del presidente Nayib Bukele con los países de la región centroamericana”.
La funcionaria tica expresó además el agradecimiento de parte del Presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, hacia el mandatario salvadoreños y el ministro de Salud, Francisco Alabi, quienes han dirigido el exitoso plan para salvaguardar la vida de la población ante la mortal pandemia del Covid-19.
Contrario a esos países centroamericanos, El Salvador bajo el mando del Presidente Bukele registra una disminución de casos y no ha llegado en un ningún a una segunda ola de contagios.
Bajo coordinación de Bukele, el ministerio de Salud está realizando intensas jornadas de vacunación que a diario permite inmunizar a unas 50.000 personas, entre adultos mayores, pacientes con problemas crónicos, incluso a periodistas.
Este proceso convertirá a El Salvador en el primer país del mundo en inmunizar por completo a su población un logro aún no alcanzado incluso por las grandes potencias.