Los partidos opositores ARENA, FMLN y PDC continúan desvirtuando la naturaleza de las comisiones de trabajo de la Asamblea Legislativa, utilizándolas para desarollar su agenda política y electoral.

El viernes 21 de agosto se realizó una interpelación al Ministro de la Defensa Nacional, René Francis Merino Monroy. La maratónica jornada de 12 horas estuvo caracterizada por manifestaciones de irrespeto, asedio y de hostigamiento en contra del funcionario.

Asimismo, el lunes 24 se emplazó a los ministros de Agricultura, Pablo Anliker, y de Hacienda, Alejandro Zelaya; quienes durante cinco horas comparecieron ante la Comisión de Hacienda y Especial del Presupuesto en torno al beneficio brindado a la población con la utilización de $23.4 millones para la compra de una reserva estratégica provisoria de granos básicos, tal y como lo instruyó el Presidente Bukele.

Para el martes 25, el Ministro de Medioambiente y Recursos Naturales, Fernando López; el director de la Policía, Mauricio Arriaza Chicas, y el director del Cuerpo de Bomberos Nacionales, Edwin Mauricio Chavarría fueron citados por la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático, con el objetivo “clarificar” un trabajo evidente: la oportuna intervención de todo el equipo de la Comisión Nacional de Protección Civil, que extinguió el incendio acaecido en el predio donde estaba instalada la fábrica de baterías Récord, además de asistir a los pobladores de la zona, donde ninguna de ellos resultó con afectaciones de ningún tipo.

Por si esto fuera poco, los parlamentarios de oposición integrantes de la “Comisión Especial” creada por el 9 de febrero, agendaron otro citatorio para el Director General de la Policía Nacional Civil, Mauricio Arriaza Chicas, para que proporcione explicaciones que tiene más que contestadas.

Los diputados han demostrado que continuarán siguiendo su agenda político partidaria, haciendo perder valioso tiempo de trabajo a más funcionarios de Gobierno, para que respondan a cuestiones que ya se explicaron hasta la saciedad.

Analistas opinan que no solo es condenable el hostigamiento y la reiterada instrumentalización que estos partidos hacen de las comisiones legislativas, sino también el tiempo que hacen perder a los funcionarios que perfectamente podrían invertir en la atención de la población, quien es la que al final evalúa de mejor forma los incansables y acertados esfuerzos del este Gobierno.