Sin nada que perder, el Real Madrid fue derrotado ante el Atlético 0-1 en un encuentro que quiso darle un giro al final, pero que fue imposible gracias a las oportunas intervenciones del meta esloveno Jan Oblak.

El cuadro merengue jugó sin mayor presión y relajado ante los efectos de la fiesta del miércoles cuando eliminaron de la Champions al Manchester City para acceder a la final del torneo.

Por su parte, el Atlético de Madrid certificó su clasificación al torneo Champions dedicando la victoria a sus aficionados.

Fue el un partido en el que los blancos entraron desconectados y cuando se percataron que necesitaban llevarse el triunfo era demasiado tarde, a pesar de arrinconar al cuadro local en los minutos finales.