El expresidente de la República y prófugo de la justicia salvadoreña, Mauricio Funes Cartagena, que huyó del país dejando atrás a sus exmujeres e hijos para no enfrentar la justicia salvadoreña, ahora dice que él siempre se ha defendido solo de los señalamientos que le hace la Fiscalía General de la República (FGR), olvidando que siempre altos dirigentes del partido Fmln siempre “han metido la mano al fuego” por él, como es el caso de Nidia Díaz, Lorena Peña, Medardo González y Sigfrido Reyes, entre otros.
El ahora expresidente salvadoreño asilado y nacionalizado nicaragüense, es investigado por graves casos de corrupción por más de 351 millones de dólares, por lo cual la FGR lo acusa de lavado de dinero, cohecho, peculado y por negociaciones ilícitas entre otros delitos.
El comentario del ahora asilado presidente salvadoreño en Nicaragua surge luego que el fiscal general, Raúl Melara recomendara no meter “la mano al fuego” por los acusados y menos hablar de que hay dados cargados, cacería de brujas y de otras situaciones para tratar de tapar la corrupción. “Toda la prueba y evidencias recopiladas los hunde”, dice Melara.
Sobre este punto, Mauricio Funes escribió: “Yo no defiendo a los alcaldes, concejales y empresarios que han sido acusados por la FGR de peculado, cohecho y negociaciones ilícitas. Que se defiendan ellos como lo he hecho yo desde hace años”.
De igual forma dice que el fiscal general “Raúl Melara ha sido comprado y que no persigue a todos por igual”, donde el Ministerio Público ha actuado de forma timorata con los alcaldes de San Salvador, Ernesto Muyshondt y de Santa Tecla, Roberto d´Aubuisson Munguía, quienes han sido demandados penalmente por graves violaciones laborales, como también ligados al homicidio de un sindicalista y un vendedor ambulante, respectivamente.
Sin embargo, Mauricio Funes huyó del país al enterarse que la Fiscalía General de la República (FGR) le investigaba por delitos relacionados con lavado de dinero, peculado y otros casos de corrupción como la presa “El Chaparral”, como también del Banco Hipotecario, entre otros, dejando en El Salvador a sus exmujeres e hijos para que ellos se defendieran como pudieran, la grado que Regina Cañas conocida como “Tía Bubu”, tuvo que devolver al Estado $95 mil y someterse a un proceso abreviado para evadir la cárcel, con lo cual aceptó los hechos y fue condenada a tres años de prisión, mismos que fueron conmutados a 144 jornadas de trabajo de utilidad pública.
Y ese trabajo, según señaló la jueza, debe estar acorde a la profesión que la imputada desempeñaba, relacionada al rubro de las comunicaciones