La final de la primera división de fútbol de nuestro país, entre Águila y Alianza, tendrá una excesiva cantidad de público. La avaricia de la FESFUT es tal, que no le importa exponer a los aficionados a contraer el coronavirus.

Contraviniendo las recomendaciones del Presidente del INDES, Yamil Bukele y del Ministro de Salud, Francisco Alabí; la FESFUT ha puesto a la venta una cantidad de boletos para la final de la Liga Mayor de Fútbol, entre Águila y Alianza, que supera con creces el 30% del aforo del estadio Cuscatlán.

Existe prueba fotográfica que testifica que las entradas que la Federación del balompié nacional está vendiendo muchas más entradas de las recomendadas. Es más, se puede apreciar que, incluso, desde el momento de hacer la fila para comprar los boletos, la población ya se está arriesgando a infectarse con el COVID-19, dado que no se respeta el distanciamiento social.

Dentro de 15 días se verán las consecuencias de las aglomeraciones, que, dada la cantidad de hinchas de diferentes puntos del país que asistirán, podrían traducirse en una propagación masiva del virus.

No cabe duda que la irresponsabilidad de la FESFUT solo es equiparable a su avaricia.