Los efectos de la pandemia en la economía se percibirán durante varios meses,
como lo han advertido los investigadores del Banco Mundial y de las Naciones
Unidas, entre otros. El Salvador también está expuesto a estos desafíos
económicos, por lo tanto, el Gobierno tomó la decisión de extender las medidas que protegen la economía familiar.

El Banco Central de Reserva anunció la entrada en vigor de las “Normas
Técnicas Temporales para el Tratamiento de Créditos Afectados por el COVID-19”, que ayudan a dar continuidad a la normativa especial que se aprobó en marzo pasado y que pierde vigencia el 14 de septiembre de este año.

La buena noticia es que, según el Banco Central, los beneficios para los usuarios
de servicios financieros (préstamos, créditos, tarjetas de crédito, seguros, entre
otros) se mantendrán desde el 15 de septiembre de 2020 hasta el 13 de marzo del 2021. Las personas que no se acogieron a los beneficios en los meses anteriores, pero que han sido afectadas en su capacidad de pago debido a la pandemia del COVID-19, podrán hablar con su banco o su cooperativa para organizar un métod de pago dentro de sus posibilidades.

Entre los beneficios y facilidades que contemplan estas normativas están:

1. No se cuentan los días de mora, por lo tanto, no se activa el cobro de intereses moratorios; 2. En esta misma línea, no se activará el cobro a los fiadores; 3. La categoría de riesgo, o perfil crediticio del usuario, no se verá afectado por un eventual atraso en los pagos; 4. Podrán acceder a nuevos créditos sin necesidad de ponerse al día con el pago de intereses.

Para poder acogerse a estas normas, el usuario debe hablar con la entidad
financiera que le ha prestado el servicio (préstamos, seguros, entre otros) ya que
se llevará un control especial sobre la implementación de estos lineamientos
financieros. Todas estas operaciones las observará de cerca la Superintendencia
del Sistema Financiero (SSF), para que se cumpla con los objetivos y que sean
transacciones ordenadas.