ARENA gobernó por 20 años no solo en el Ejecutivo, sino también desde la Asamblea Legislativa, donde casi siempre tuvo la presidencia y la mayoría de diputados, así como desde la Sala Constitucional, en la que puso a sus magistrados en contubernio con otros partidos políticos.
El poder absoluto incluso lo administró con sus aliados del Fmln, cumpliendo los deseos de los poderes fácticos del país.
A pesar del control total, el empresario Javier Simán nunca le exigió a su partido que le cumplieran una lista de deseos “para el beneficio del país”.
En un ataque de twits, Simán reveló su lista denominada “Qué tal si…” la que exige que el gobierno de Nayib Bukele le cumpla.
Simán pretende venderse como el salvador del pueblo; un pueblo que en las urnas le ha dado el respaldo a Bukele y a Nuevas Ideas, y la espalda a los tricolor y efemelenistas.
El empresario exige varias obras, olvidando que esas obras se hacen con el dinero que los gobiernos obtienen de los impuestos de los salvadoreños. Impuestos que no solo se negó a pagar de una de sus empresas -más de $5 millones- sino que además buscó apoyo internacional para no pagarlos, incluso de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Los tuiteros reaccionaron inmediatamente: «Que tal si pagas los impuestos para hacer las obras»; «Que tal si de los millones que le has sacado al pueblo con tus empresas ayudas con obras»; «Y si mejor devuelven lo de los 20 años que pasaron en poder y se robaron para terminar esa carretera?? Fuera bueno y hablara muy bien de su «honradez de partido arena»; «Por qué hasta ahora lo está pidiendo, porque no lo exigió cuando estuvo su partido político Arena gobernado y después que estuvo su otro partido político su socio Fmln».
Analistas coinciden en que Simán se lanza con esta campaña política, tratando de mantener a flote sus aspiraciones presidenciales.