El presidente Nayib Bukele aseguró esta noche que la oligarquía por primera vez perdió el control del país, al perder la Sala de lo Constitucional y la Fiscalía General de la República. Expresó que el pueblo, a través de sus representantes, desbarató su plan el 1 de mayo.

Externó que en El Salvador siempre hubo un grupo de poder detrás de los gobiernos, un gobierno invisible que nadie eligió. «Esa oligarquía todavía tiene mucho poder, porque aún controla el aparato ideológico del Estado. Este aparato siempre ha sido hipócrita, pero muy poderoso. Ahora, haciendo uso de él, nos quieren hacer creer que deberíamos regresar a como era antes», expresó.

Durante 200 años, dijo, la democracia fue una “pantomima” que  todo “era un teatro”. “Teníamos elecciones, pero cuando los políticos llegaban al poder se olvidaban del pueblo. Y a la hora de pedir de nuevo el voto, volvían las mentiras y las falsas promesas. Así funcionaba el sistema. Sí, ese mismo sistema que algunos todavía defienden. Que algunos, exigen que volvamos a él”, manifestó en el Salón Azul.

El presidente Bukele hizo otro compromiso ante los diputados y la Nación: «Nunca más vamos a regresar al sistema que por dos siglos nos hundió en la delincuencia, la corrupción, la desigualdad y la pobreza. Mientras Dios me dé fuerzas, yo no lo voy a permitir».

El mandatario afirmó que ahora el único poder fáctico es el pueblo y “el pueblo defiende al pueblo”. “No estamos construyendo una democracia falsa, como la que instauraron las fuerzas del status quo. ¿O se puede llamar democracia a un sistema que permitió que un expresidente, blindado por sus apellidos y la oligarquía, despojara al pueblo de sus tierras, de su banca, de sus semillas, y además nos vendiera medicinas con sobreprecio?”, manifestó.

A diferencia de todo eso, aseguró que detrás de él ya no hay una oligarquía, ni juntas militares y «menos una comandancia guerrillera que le dé órdenes de lo que tiene que hacer, para que ellos puedan aumentar sus privilegios».

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«Por primera vez, salvo pequeños residuos, no hay izquierda ni derecha; por primera vez, 9 de cada 10 salvadoreños apoyan una visión, a un Gobierno, a un presidente», manifestó.