El presidente Nayib Bukele ordenó instalar cercos de seguridad, con millares de soldados y policías, en algunos municipios del país para sacar de sus escondites a remanentes de terroristas.

Aprovechando el factor sorpresa, batallones y unidades militares y policiales cercaron distintos municipios para buscar, hasta debajo de las piedras, a remanentes de pandilleros que se ocultaban en poblados.

Los cobardes pandilleros se escondían en piletas, debajo de camas, dentro de roperos, entre las paredes de las casas y cualquier rincón para no ser capturados.

“No vamos a detenernos hasta capturar al último terrorista que quede. No permitiremos que pequeños remanentes se reagrupen y nos quiten la paz que tanto nos ha costado”, decía el presidente Nayib Bukele.

Los cercos de seguridad son una estrategia de la Fase 5 (Extracción) del Plan Control Territorial y no interrumpen la cotidianidad de los salvadoreños honrados y han dejado a millares de pandilleros capturados.

Siete meses después de iniciar la Guerra contra las pandillas, el 2 de octubre del 2022, el Jefe de Estado ordenó desplegar 2,000 soldados y a un nutrido grupo de equipos tácticos de la Policía Nacional Civil (PNC), en Comasagua, La Libertad, para desarticular a una clica de la pandilla MS, responsable de cometer el asesinato de un agricultor en esa zona.

El 3 de diciembre de 2022, el presidente Nayib Bukele ordenó implementar un cerco de seguridad en Soyapango con 1,500 policías y 8,500 soldados.

La madrugada del 24 de diciembre del 2022, el mandatario también ordenó un cerco de seguridad en las comunidades La Granjita y Tutunichapa 1, ambas de San Salvador, con el fin de capturar a los pandilleros que en esas localidades se dedicaban a la venta de drogas.

El 1 de agosto de 2023, Nayib Bukele ordenó otro cerco de seguridad en el departamento de Cabañas. Más de 7,000 soldados y 1,000 policías fueron enviados a capturar a pandilleros y cortar todas las líneas de suministro de los grupos terroristas.

El 11 de octubre 2023, 3,500 soldados y 500 policías establecieron tres cercos de seguridad por orden del presidente Nayib Bukele en: Popotlán y Valle Verde, en Apopa; y La Campanera, en Soyapango.

El 25 de marzo de 2024, el presidente Nayib Bukele, informó el despliegue de 5 mil soldados y mil policías en un nuevo cero de seguridad en los distritos de San José Cancasque, San Antonio Los Ranchos, Potonico y San Isidro Labrador, del departamento de Chalatenango, tras dos homicidios cometidos por la pandilla 18.

El 25 de mayo del 2024, el mandatario afirmó que luego de varias denuncias ciudadanas de pandilleros cometiendo delitos en el sector, se instaló un cerco de seguridad en las colonias Tikal 1, 2 y 3, Valle del Sol y La Chintuc, en Apopa, con más de 2,000 soldados y 1,000 policías.