Como ha ocurrido en anteriores casos judiciales donde se ha visto involucrado, Mauricio Funes, prófugo de la justicia salvadoreña y expresidente del país, se desligó del pago de sobresueldos a funcionarios de su administración y responsabilizó al exsecretario privado, Francisco Cáceres de autorizar esas operaciones ilegales.

«No existe ninguna orden o aval de la Presidencia para que los supuestos pagos se hicieran efectivos», dijo Funes, como argumento para intentar separarse del caso de los sobresueldos pagado con la partida secreta, anulada por el presidente Nayib Bukele.

Funes atacó a la Fiscalía General de la República (FGR) por las investigaciones que llevaron a la detención de cinco exfuncionarios de su administración y de las órdenes de captura giradas en contra del expresidente Salvador Sánchez Cerén, el exministro Gerson Martinez, la exviceministra de Medio Ambiente, Lina Pohl y el expresidente de CEPA, Guillermo López Suárez, pero también se desligó del caso.

«En todo caso, si hubo pago de sobresueldos, lo que aún no ha sido demostrado, éstos los hizo el secretario privado de la Presidencia en tanto responsable de la administración del presupuesto de CAPRES. Cáceres tenía plenos poderes para decidir sobre el destino del Presupuesto», dijo Funes desde Nicaragua a través de su cuenta de Twitter.

Sin embargo no es la primera vez que Funes le da la espalda a sus exfuncionarios y trata de evadir la justicia atribuyendo a sus subalternos los delitos.

La conducta ha sido repetitiva en todos los procesos que se le han abierto. En el caso por pagos ilegales en la construcción de El Chaparral le atribuyó la responsabilidad a la junta directiva de CEL que fungía en tiempos de su administración, también señaló al empresario Miguel Menéndez de tener responsabilidad en la creación de empresas fachada en el exterior para el presunto lavado de fondos de la partida secreta.