Una sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la República de El Congo fue atacada por manifestantes, saqueada y acusada de aliarse con grupos armados.

De acuerdo con reportes internacionales, una turba de personas llegó hasta la sede de la Misión de Estabilización, que tiene a cargo a unos 14 mil efectivos de los denominados Cascos Azules, y atacó las instalaciones.

El medio del ataque cientos de personas aprovecharon para saquear bienes que se encontraban al interior de la sede.

Los manifestantes, además, amenazaron al personal de la misión de que tenía que abandonar el país y los señalaba de aliarse a grupos armados en lugar de proteger a la población civil.

Después del incidente, las autoridades condenaron el hecho, confirmaron la evacuación del personal e informaron del retiro de la misión.