Es una práctica católica que hace alusión a la la vocación de servicio, la humildad y la igualdad que todos sus fieles deben practicar.

Comúnmente, se conoce como el lavatorio de pies de los santos, que
recuerda a los fieles cristianos del servicio hacia los demás sin importar la posición en que uno se encuentre porque todos son iguales.

El origen del lavatorio de pies radica en el comienzo de la costumbre de lavar partes del cuerpo como práctica medicinal. Los lavatorios no eran solo de pies, sino para todas las partes del cuerpo que eran necesarias para evitar enfermedades.

El l Evangelio de San Juan relata que cuando Jesús decide lavarle los pies a sus discípulos, nos ofrece un testimonio de la vocación al servicio del mundo y de la Iglesia que tenemos nosotros los fieles.
Entre los detalles que hacen diferente a la Misa de la Celebración de la Cena del Señor a otras misas durante el año es que en esta se incluye una parte donde se lavan los pies a los apóstoles representado por doce niños o ancianos de la comunidad. En esta parte de la misa resalta la importancia tan grande que tiene el servicio al prójimo.