La vox populi en la calle es la misma: “ahora vivimos en paz y seguridad, nadie quiere volver al pasado con las pandillas”.

A partir de la implementación del régimen de excepción por parte del Presidente Nayib Bukele, los índices de delincuenciales, especialmente los homicidios y extorsiones, tuvieron una abrupta caída en el país.

La mayoría de los salvadoreños comentan con sus familias, vecinos, compañeros de trabajo y en otras tertulias, su agradecimiento al Presidente Nayib Bukele por haber enfrentado con valor a las pandillas, ya que ahora se vive en paz y seguridad en todo el territorio nacional.

El 27 de marzo del 2022, el Presidente Nayib Bukele les declaró la guerra a las pandillas MS, 18 y 18 sureños y otras consideradas con menos miembros, tras asesinar a más de 87 salvadoreños en un fin de semana.

Tras su pedido a la Asamblea Legislativa, se decretó el régimen de excepción con la que se ejecutaban detenciones sin orden judicial, se ampliaba la detención provisional. También, en otras reformas legales se aumentaban las penas de prisión solo por el hecho de pertenecer a las pandillas.
Sus fuerzas de seguridad acorralaron a los pandilleros en las comunidades más peligrosas del país, destruyendo sus casas destroyer (abandonadas y usurpadas) y desbaratando su logística a nivel nacional.

Las operaciones dejaron cientos de vehículos decomisados, decomiso de viviendas en las que se ocultaban sus cabecillas y la confiscación de grandes cantidades de dinero producto de las extorsiones y el sicariato.

Para que las operaciones policiales y militares contra las pandillas continuaran siendo exitosas, el Presidente Nayib Bukele dotó de más personal, equipos, vehículos y logística a la PNC y a la Fuerza Armada.

A la fecha, son más de 80,200 pandilleros capturados, 4,127 armas, 8,774 vehículos y 20,586 celulares.
A la fecha más de 230 clicas (grupos), 406 cabecillas y 15 dirigentes nacionales de pandillas enfrentan procesos judiciales en los tribunales.