El reciente hallazgo de 751 tumbas en las cercanías de lo que se conoció como Escuela Residencial Indígena Marieval, en la Columbia Británica, Canadá, incrementó la furia contra la Iglesia Católica que administró entre 1883 y 1996 este tipo de «centros de asimilación forzada» de niños nativos en esos territorios.

Aunque el Gobierno canadiense está apoyando con fondos la búsqueda de las tumbas, la furia no se ha aplacado sino que aumenta a medida se conoce la dimensión de los crímenes, lo que ha dado como resultado la quema de cuatro iglesias católicas en los últimos días.

El sábado fueron incendiadas en menos de una hora las iglesias de Choapaka y Upper Similkameen. Días antes ya habían sido quemadas dos iglesias de la región de Okanagan.

El último hallazgo se añade al ocurrido en la Escuela Residencial Indígena de Kamloops, siempre en la Columbia Británica, donde en mayo pasado fueron ubicadas 215 tumbas sin identificación de niños indígenas. 

El primer ministro, Justin Trudeau, no descarta una investigación sobre estos sucesos. Ha pedido además al Papa Francisco que viaje Canadá para pedir disculpas sobre estos abusos, ya que a la fecha la Iglesia Católica de ese país no se ha disculpado.

Ambos centros integraron una red de 139 internados para menores indígenas que operó entre 1883 y 1996, de los cuales más del 70% fueron administrados por la Iglesia Católica.
En estas escuelas de asimilación, donde se pretendía imponer costumbres occidentales a los menores, fueron separados de sus familias y obligados a vivir unos 150 mil niños indígenas, donde sufrieron de castigos crueles, racismo y abusos sexuales de parte de los religiosos que dirigían estos lugares.

 En 2015, una comisión catalogó lo ocurrido en estas escuelas para indígenas como un genocidio cultural. También concluyó que al menos 4.134 menores de diferentes etnias nativas fallecieron en estos centros. Sin embargo, otros expertos estiman en más de 6.000 las muertes.

La Iglesia Católica enfrenta una innumerable cantidad de denuncias de abusos especialmente contra menores, en diversas partes del mundo, como Chile, Estados Unidos entre otros.